viernes, 17 de septiembre de 2010

Sabemos menos, peoro sabemos lo importante.

No sabemos tanto como antes. O por lo menos nos parece saber menos que los hombres que creian que se acababa el Universo en lo que hoy es una mota de polvo que da vueltas a una extrella de entre un numero inescribible. Igual diriamos de tantas materias y conceptos que hoy se quieda canijos y falsos.

Y sin embargo algo nos queda de una epoca de falsas conjeturas aprobadas y conceptualizadas como seguridades. No es suficiente que nos hables de que la materia que consideramos el Universo constituye solo el 5 % de la materia total, ya que el resto, comprobado por certezas matematicas, materia oscura, energia oscura, amen de tantos agujeros negros, dimensiones, y tantos etc, como queramos añadir, los podemos obviar, vivir como que no existen y seguir considerando que hoy como ayer las seguridades de nuestra comprension nos pueden dejar tranquilos y satisfechos.

Porque en otro tiempo los pobres inquisidores de Galileo, quizas los mismos que ejecutaron a Bruno, aunque este les debió resultar menos peligroso porque si no quierian aceptar el heliocentrismo la existencia de mas planetas habitados donde el mismo Dios manifestaba su historia de salvación les debió parecer simplemente demencial. Pues esos inquisidores no quisieron dejar ningún tipo de fisura astrofísica que dejase en un estado incoherente la identificación de Tierra como Mundo, la Creacion de la realidad equivalente a la realidad de la Tierra. Dejar bien claro que Creación, Encarnacion y Parusía se daban en el núcleo de la realidad, la Tierra, como seguir pensando que si esto ocurre en una esquina de la Creación va a ser lo mismo, pareceria que Dios da mas importancia a una estrella que a la morada de Dios en la Creación.

¿Que pensarían estos hermanos si vieran hoy la realidad como se les plantea, y como se les podria plantear siguiendo la ruta logica que nos hace desinstalarnos de antiguos prejuicios?

Estarian ciertamente desorientados, tal vez mareados de tanta incomprension sobre lo que antes eran realidades comprendidas, domesticadas, familiares, cerradas y terminadas. La Iglesia, su Magisterio, sus dogmas, su comprensión, con el infierno, Purgatorio y Cielo y hasta con algunos de sus habitantes como nuestros Santos conocidos y la Madre de Dios con Jesus.

Pera la situacion es increiblemente parecida a la actual, solo que hoy teólogos, Magisterio, místicos, se han confabulado para dejar sentado lo que no se entiende, comprender lo que no hay por donde entender, y explicar lo que no tiene ninguna manera de darlo por sentado. No es una pequeña incoherencia heliocentrica, sino que son bastantes mas, casi infinitas mas.

Ante eso tendemos a exportar nuestras mentalidades seguras de antaño en acontecimientos nuevos a los que les damos una falimiariada que parece que son mas conocidos que nuestra pelota de pin pong. Asi hablaremos de Big Bang como si fuera algo de lo mas cercano, lógico y amaestrado como si de una mascota se tratase. Sabemos todo acerca de el, y asi le ponemos ese matiz de evidencias y seguridad que antes dabamos a la creación de la Tierra. Decimos, bueno, la creacion biblica es un genero literario, pero la verdad es que se hizo de otra manera, pero se hizo en una periodo de seis dias, mas ampliado y con otros planetas, soles y galaxias por medio, pero eso si, al final es lo mismo y la Biblia tenia la razón. Es caso es cerrar, es vivir con seguridades donde no las hay. Porque si la Tierra es un planeta entre trillones de ellos, y eso no dice nada malo de Dios sino que al menos en esto se multiplica por mucho la gloria y el poder de Dios, porque ese Big Bang no ha de ser uno entro trillones o trillones de trillones en tiempo y espacio. Porque nos marea, nos desinstala, nos deja sin seguridades dejar la posibilidad abierta a nuestra incomprension.

Asi el mismo Dios queda limitado a nuestro tiempo, nuestras concepcion, nuestra experiencia. Y hay cerramos que Dios sea mas Dios que lo que nunca creimos, porque Dios sera Dios, pero ha de ser como lo concebimos, porque fuera de todo control, que hariamos con dogmas, experiencias místicas, procesos sociales y cultuales de expresion religiosa y siempre esa actividad basada en la absolutez del Magisterio de una elite que dice tener atada la verdad en su Magisterio que ha de llegar al final de los tiempos, donde las estrellas se caeran y habra cielos nuevos y tierra nueva.

Pero ¿que hacer con estas seguridades? ¿Al final que podriamos pensar que sabemos?

Pues es facil, lo que vivimos, la unica certeza es lo que somos, y lo que segun Dios seremos. Su Palabra habla de como somos y como seremos. Y nada mas. No queda nada mas práctico, intenso y verdadero. No queda mucho mas de seguridades. No vamos a pensar que Dios esta reducido a cualquier idea que podamos tener de El, sino que en este momento Dios es la etapa superior a la que somos invitados por el mismo Dios, no que sea la unica transformación, como pensabamos que esta era la unica Tiera, la unica creacion-encarnacion-parusía. Abandonamos seguridades y nos centramos en la unica Seguridad, Jesucristo. Que Dios nos ama enviandonos su Palabra, un hombre amando en un grado imposible, que nos habla de lo que en este momento podemos concebir como el grado de perfeccionamiento que se nos anuncia, al que nos invitan, vivir como Jesucristo, aceptando de el el Espiritu Santo que nos posibilita, nos acompaña y nos transforma desde nuestra libertad en un hombre igual a Jesucristo, que es perfecto como el Padre es perfecto, que ama dando la vida por los demas, amando a Dios con todo el corazón.

Jesucristo, Dios con nosotros, es que nos habla de que a Dios nadie lo ha visto, que solo sabemos algo de el contemplandole, que es la imagen del Dios invisible y la promesa del hombre segun Dios,, del hombre que hace las obras de Dios, que participa de lo que es el Hijo de Dios, que ama como Jesus ama, que será como Jesus es.

Tal vez era mejor la Iglesia con seguridades. Sacramentos, moralidades, devociones, dogmas, catecismo. Pues vayamos a una seguridad que no nos arrancará el tiempo, que ningun Galileo nos reduzca a un equipo de hombres primitivos creyendo mitologia que nos hace seguros y falsamente equilibrados. Arriesguemonos a vivir en el Espiritu, en donde solo sabemos que sopla el viento de Diso llevandonos donde el quiere, y esa voluntad de Dios es Jesucristo. Es vivir Cristo. Es dejar a Dios que se haga su voluntad, hacer la obra del Reino, de Cristo, de amar igual y hasta mas que Cristo, como el mismo nos animo a que hicieramos, porque el Espiritu nos lo da Dios para empezar desde ahora a vivir como un hombre nuevo que da gloria al Dios Glorioso y santo.
+