jueves, 24 de junio de 2010

Dios es mas grande que mi comprensión

Ya lo sabemos, ya lo sé. Dios es mayor que lo que pueda creer de Dios. Lo que haya escrito alguna vez un hombre, basado en escrituras, tradiciones, experiencias, concilios, profecías, elubricaciones y calculos personales o comunitarios, no alcanza a lo que es Dios a ser algo como cuando en la Tierra se acababa la Creación, la Encarnación y la Parusía. Mucho más alla de lo que podriamos concebir estariamos algo mas cerca de Dios, y siempre, aunque llegasemos a algo asi estariamos apenas acercandonos a algo de lo que tal vez solo hemos vislumbrado alguna trillonesima parte por decir algún numero que se queda tan corto pero que nos sirve para decir algo.

Un Dios amaestrado, limitado en nuestros limites, circunscrito a nuestro tiempo, de nuestro ser humano, de nuestra civilización, de nuestra especie, de nuestro planeta. Como si mas allá de la concepcion controlada espacio temporal a Dios nunca se lo hubiera ocurrido hacer nada, existir, invitar a más planetas, sistemas planetarios, galaxias, universos, dimensiones y todo lo que no conocemos a existir como nosotros exisitimos. Limitado a un tiempo donde no hizo nada mas que esperar nuestro tiempo. Obligado a mantenernos en una eternidad donde solo nosotros, unas pocos miles de millones de humanos, vamos a convivir en la eternidad con Dios. Y eso que es un Dios vivo, que es El que es, que no necesita que le inventemos porque en vive y da vida a quien quiere. Que es Dios.

Felizmente hay una solución que nos libera de los antiguos prejucios que bajo en pretexto de la ortodoxia y el dogma nos tenian atados a vivir en un mundo precientifico que casase mas o menos con nuestra concepcion cristiana. A menos que traicionemos el sentido comun, esa razón que no tiene porque negar la fe y al revés y para evitar la amplitud de las miras teologicas dejemos todo como esta que ya se vera en el futuro si es asi o era como parecia que debia ser habida cuenta que no era verdad el cuento de la Creacion y con el todo lo que conlleva.

No sólo haríamos para contemplar la grandeza de Dios un viaje a lo incontable, inconceblibe, inimaginable en números, grandezas y maravillas, sino un visión de lo pequeño, de las briznas de hierba que se mueven con con consentimiento de Dios, de las celulas que tiene contadas al modo que Jesús hablaba de nuestro pelos. Y el resultado de todo es que Dios es grande, es mayor de lo que cabe en nuestra inteligencia, y que vale de pena confiarse en el porque el sabe y nosotros no.

Tal vez en exceso de confianza de los representantes de la Iglesia, enmarcados en esta limitación de concepción en la que cuadraba los misterios cristianos con su vision del Universo, o sea la Tierra y nada mas que ella de aqui a unos miles de años, hizo que estos hermanos de buena fe se lanzasea a limitar el cristianismo en una vision dogmatica que encajaba con su propia vision, cerrando y anatematizando todo intento que ampliar esta vision, digamos lo que les pasa a Galileo y a Bruno. Pero hoy, en nombre de la comunión con los Concilios, tradiciones y espiritualidades no podemos castrar una vision honrada e intensa de un cristianismo que no ahoga ninguna Parusía terraquea, que no puede implicar de ninguna manera que la Creación, incluyendo todos los elementos que en comparacion con la Tierra esta no es mas que una mota de polvo ridicula e insignificante, una Encarnación unica y vinculante (ya algun autor he leido que se esperen a que les evangelicemos como los americanos esperaron 15 siglos, solo que alguna galaxia esta algo mas lejos para que llegue algun Colón)

¿Y que hacemos?

Una cosa es dejar de tomarnos en serio lo que dice la Iglesia, lo que no llega
con tanta afirmacion falsa en medio de algunas ideas bonitas, algun personaje entrañable que a pesar de todo podemos seguir rememorando e intentar seguir sus enseñanzas, pero damos de bajo infiernos, angeles, sacramentos, dogmas y nos quedamos con una asamblea que se ejercita en el amor y hasta en la oración, a pesar de su pasado primitivo.

Y otra es vivirlo desde la fe. La fe de Abraham que contra toda sutiación adversa, ser viejo con una esposa vieja no duda que Dios cumplirá su promesa, que es más bien algo que le hace reir a Sara. Esa es la visión mas cristiana, que los dogmas fallan, la comprensión de esa ortodoxa Iglesia que Dios la habia dejado con infalibilidad, por lo menos en las concepciones espacio temporales habia fallado algo, pero la promesa de Dios, lo importante Dios no va a dejarlo de cumplir para quien lo busque, deje todo por el Reino. Nada de desanimarse, de desinflarse. Los fundamentalistas no tienen que vivir con mas fe que los que honradamente ven la realidad y no quieren que los mitos y los prejuicios cieguen su visión de la realidad y aun asi no dejen de ser lo que creen en un Dios que dice y hace.

De Jesús. Yo sé de quien me he fiado. Del Padre de Jesús, de el mismo Cristo que es la Palabra del Padre, que se cumple en cada uno que acude con fe de niño, que se enfuerza y hace una opción en la que deja todo por El. Claro que en esta etapa de nuestra existencia mas que ese Padre perfecto no vale la pena aspirar a entender. Es Dios, es la plenitud, y solo conocemos al Padre viendo a Jesucristo. Y solo el Espiritu nos puede hacer ver a Jesucristo, en nuestra vida, en nuestra cristificación, en donde se cumple la Palabra de Dios en cada cristiano, en cada hombre de buena voluntad.

Leia un testimonio de un joven de 15 años español que le habian desde pequeño adoctrinado unos lamas porque le habian reconocido como una reencarnacion de un lama santo. Pero al llegar a la juventud le fascino Jesús y ahora esta en un seminario, y los lamas encantados le dijeron que siguiera su propio camino, que bueno que no le mandaron al infierno o una version tibetana del mismo. Pues esa vision sincera es la que hace que funcione la vida cristiana, no los seguridades que vienen de dogmas que nunca vamos a constantar, que son finalmente gratificaciones de la mente que se dieron en su dia en consonancia con unas visiones precientificas que tenian toda la pinta de ser verdaderas y acordes con nuestra creencias cristianas y que hoy son ropa de bebe para que la use un adolesciente, no cabe ni a la fuerza.

Ya cuando vamos a un curso de Biblia nos tiran por tierra cualquier seguridad, sobre Moises, Abraham, relatos de la Creación, etc. y aun asi seguimos viendo que la vida en el Espiritu sigue siendo lo unico que podemos esperar como lo que da sentido a nuestra vida. Igual con esta tranformacion de nuestra mentalidad, esta salto del medievo a la edad moderna. La fe no se pierde, se fortaleza y nos libera, porque la verdad de Jesus nos hace libres, porque para eso vino Jesus, para darnos la libertad de los hijos de Dios. La libertad del Espiritu santo.